jueves, 18 de febrero de 2010

Luz


El espacio es circular. Solo entra un rayo de luz muy intenso por un hueco superior, como en el Panteón.. Aunque aquí todo es más pequeño. Es para una sola persona. Parece ser bajo tierra. Hay muchos bancos de madera, que también de forma circular rodean y cubren todo el espacio. Únicamente el centro está iluminado.
El resto es oscuridad.

Ahí, en soledad, mantengo los ojos cerrados. Es mi espacio para pensar. No necesito abrir los ojos, porque aunque no la veo, siento que la luz está ahí. No necesito ventanas, porque mi mente, así, también puede soñar. Aquí, el silencio es dueño del espacio. No quiero música, ni árboles que me inspiren aquí abajo.
Sólo quiero silencio.

Aquí, en soledad, pienso en mi situación fuera de este espacio iluminado. Porque a veces hay que que hacer que el tiempo se detenga. Este espacio está hecho sólo para eso, para pensar. Quiero ver qué es lo que mueve mi mente, mi ser humano. Si mi voluntad conduce hacia algún sueño por el que merece la pena luchar, o si hay que cambiar algo aquí dentro. Me despojo necesariamente de lo que me sobra. Me limpio por dentro, y respiro profundamente. Después, salgo con grandes intenciones. Aún me queda mucho por dar, y por esperar. Por sentir.


Quizá sobren bancos. Aquí vengo siempre yo solo. Pero me gusta pensar que no están vacíos. A veces, oigo algún crujido de la madera e imagino que alguien está ahí conmigo, en silencio. 

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