martes, 6 de abril de 2010

Estrellas



Es una noche cualquiera de primavera, en medio del campo. Hace un poco de frío. Tumbado sobre el césped, con los brazos abiertos, observo el inmenso cielo cubierto de estrellas. Es completamente negro. Hay mucho contraste entre la luz y la oscuridad. Estoy concentrado, hipnotizado. Miro fijamente a las que más brillan. Intento hacerme una idea de lo grandes que pueden ser las estrellas en realidad. Con lo pequeñas que las veo yo desde aquí...


Siempre que me detengo a observarlas me pregunto por qué no lo haré más a menudo. Es una sensación tan bonita y relajante...
A veces creo mis propias constelaciones. Imagino figuras dentro de este mar de destellos. Recorro el cielo con la mirada... Respiro lentamente. 


Pienso, en silencio.

Pienso en lo pequeña que es la Tierra. Qué grande es el Universo. Qué pequeños somos. ¿Qué habrá en otros planetas? ¿Quién mueve los hilos aquí? ¿Por qué? Se me ocurren tantas preguntas...Y mientras, esto sigue girando... Nos preocupamos por cosas absurdas. Si lo importante está aquí. Es que estamos aquí. Y ahora. No se por qué funciona esto así, pero si se que soy muy feliz con pequeñas cosas...

Me levanto, me sacudo el césped y voy hacia la casa. Las estrellas me iluminan lo suficiente. Entro despacio para no hacer ruido. Subo poco a poco y entro en la habitación. Se ha dejado la ventana abierta y se ha arropado por el frío. 


La cierro y me tumbo junto a ella. 


Me abraza...


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