martes, 7 de diciembre de 2010

Con los ojos cerrados



Siento algo por tí.
Algo que me quema y me presiona por dentro.


No se qué es. Ni tampoco se qué día, de repente, me di cuenta de que sentía algo. Pero ahora me observo, y veo cómo me alegro cuando hablo contigo. Cómo me alivian tus palabras.



No sé si es tu madurez, tu inteligencia, tu ilusión o es tu sonrisa.





O tus ojos...




Pero aquí me tienes ante ti. Postrado ante todo lo que anhelo y aprecio. Ante lo único que anhelo y aprecio. Ante lo único que hace que olvide este mundo vacio que me rodea y me oprime día tras día.


En esta confusión, en este caos, solo me agrada tu mirada.
Solo tu mirada silenciosa. Amable. Sincera.







Y nada me haría más feliz que verla cada mañana.


Tú, que me has escuchado sin estar a mi lado.


Que me has abrazado sin tocarme.







A la que veo con los ojos cerrados…



No hay comentarios:

Publicar un comentario